viernes

Marinero a tus zapatos.


Montse, del centro de depilación de Tres Peces, me estuvo contando sobre sus vecinos chinos
a los que observa diariamente desde su gran ventanal del salón.

Dice que hablan gritando y que el otro día, colgaban hasta seis patos del techo del salón.
Que abrió el ventanal y les gritó: "Chinitaaa, baja la voz".

Yo le dije que hubiera sido mejor que susurrara para quejarse, a modo de respuesta educativa, digo.
Después directamente la dejé hablar.

No pude separar mis ojos de los suyos. Se ha puesto labios y de verdad que NO puedo mirar más allá de sus ojos.

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