viernes

Además.


Federico duerme con un ojo abierto, de verdad que lo juro que sí.

Alguna noche -muy pocas-, llego tarde a casa y sola. Federico me recibe en la puerta.
Se tira, se retuerce para que le salude. Le saludo, le rasco entre las orejas, le digo lo guapo que es, me trago sus pelos mientras le huelo el cuello.

Daniel ya está en la cama. Me abrazo a él y lloriqueo un poco de felicidad.

Aunque a veces, no hace falta ni que vuelva tarde ni nada, simplemente siento una absoluta felicidad.
Y mi mente no me dice nada de nada, sólo observa desde lejos, mientras disfruta ¿mentalmente?.

Últimamente he pensado en las rubias, en si realmente son especiales o qué mierda.

A una rubia recién presentada le dije que me sonaba a alguien y le pregunté que dónde podría haberla conocido. Me dijo: "en ningún sitio". Y yo: "Okey, es verdad, si es que las rubias sois todas iguales".


Pero yo mentía un poco.

Hoy he visto este video de Cristina, una de las pocas rubias que le gustan a Daniel.




2 comentarios:

lobita dijo...

A mi no se por qué me parece que la chica tien cara de vieja de 80 años y que por eso se la tapa con el pelo como hace Jenifer Aniston, esa gran actriz, con sus prominentes mandíbulas. Conozco muchas miembros del movimiento Lavapies-no-pasa que son mucho más guapas e igual de modernas

María Angélica dijo...

Vale, yo pensé casi lo mismo pero no sé quién es Jenifer Aniston..pero ¿la canción no te gusta?